Que me gustaria...

Este blog busca un espacio para hablar de los acontecimientos que rodean a la maternidad y a la paternidad desde todos los puntos de vista. Crear foros de debates vistos desde posicionamientos, que aunque posiblemente contrarios, se orienten hacia modos positivos de diálogos. Compartir saberes. Avanzar en los desencuentros. Replantear nuevos modos y modelos de hacer. Progresar desde la incertidumbre. Hacernos reflexionar, cuestionarnos posturas cerradas. Ver en que puntos coincidimos y trabajar juntos en ese encuentro.

sábado, 21 de enero de 2012

LA INDIA…Una pequeña incursión a su sistema sanitario….





REFLEXIÓN INICIAL: tod@s l@s niñ@s del mundo son preciosos, ¡mirar sus risas, sus caras y sus ojos!...
 Tod@s necesitan de la responsabilidad de los que nos llamamos adultos para que puedan encontrar un mundo más justo, un mundo más humano, un mundo más amoroso, un mundo más consciente de sus necesidades, un mundo más pacífico, un mundo donde ningun@  muera de hambre y/o enfermedades solucionables. Un mundo en definitiva pensado especialmente para ell@s, porque solo y exclusivamente de l@s niñ@s es el futuro…nosotr@s en un tiempo no demasiado lejano ya no estaremos…


El 29 de noviembre 2011, el día de salida para  la lejana India, fue un día curioso. Durante toda la mañana, en la Delegación de Salud, presentando un seminario sobre inmigración, mujer y salud reproductiva, en concreto, sobre las experiencias que vivimos en la zona de mi trabajo habitual.  A pesar de trabajar con mujeres y familias inmigrantes, nunca he tenido el placer de coincidir con nadie de la India, así que poco sabía de las realidades sanitarias de ese multitudinario país.

El itinerario de salida fue a las 2 de la madrugada hacia el aeropuerto de Málaga en bus, posteriormente avión a París y de ahí a Delhi.

Afortunadamente el uso de la Biodramina (sin cafeína) ejerce milagros cuando viajo porque duermo en cualquier sitio y circunstancia. A la llegada,  tras un día completo y con 4 horas y media de diferencia, me sentía como una rosa, algo chuchurrida, pero como una rosa a fin de cuentas.

Como uno de mis objetivos del viaje era profundizar sobre el modelo sanitario, voy a compartir algo más de lo que aprendí.

A lo largo de mi vida como matrona siempre me llamó mucho la atención la Medicina Ayurvédica. En Antropología de la salud, he seguido estudiando con mayor profundidad el tema y he de decir que me encanta.

Todo comenzó  tras un curso sobre técnicas de respiración y relajación que nos dio un médico que había trabajado en la India.  Sus estudios los centró en la importancia y la eficacia de estas técnicas adaptadas a la disminución del dolor.

El curso/taller en cuestión, pretendía que adaptáramos dichos conocimientos al proceso de dilatación y al parto. Era a finales de los años 80, cuando el nacimiento y la crianza estaban tomando un giro hacia la “naturalización”.

Con algunas de estas nociones, muy elementales por cierto, empecé a curiosear más sobre la filosofía de esta disciplina.

La medicina Ayurvedica significa "La ciencia de la vida larga y feliz" (en el idioma sánscrito "Ayur" expresa vida y "Veda" conocimiento).  Esta disciplina nació para que los seres humanos podamos cumplir con el propósito de la existencia: descubrir nuestra realidad interna considerando a la salud como el basamento para poder consumar esta meta.

El Ayurveda ayuda a la persona sana a conservar la salud y al enfermo a obtenerla. Personalmente considero que los pilares que promueven son realmente aplicables a nuestras vidas ya que centra su interés por un respeto profundo a la persona y a la naturaleza.

Estos métodos milenarios (con más de 5.000 mil años de existencia) fueron reconocidos por la Organización Mundial de la Salud como un sistema médico tradicional. En la India existen unas 134 Facultades de Medicina, donde se  estudia durante más de cinco años para obtener el título de médico. Tuve el gusto de pasar por las puertas de una de estas Facultades pero ni pude entrar a curiosear, ni pude sacar ninguna foto porque iba en el autobús. 


Con quien sí pude hablar sobre este tema, fue con nuestro guía Pradruman, quien me explicó que es un sistema que se complementa sin problemas con la medicina moderna (occidental). Este sistema sanitario utiliza y pone énfasis en el mantenimiento de una vida saludable a través de recomendaciones específicas en el régimen cotidiano. Así mismo, cree necesario conservar una conducta austera, regulaciones dietéticas concretas, tener presente los cambios estacionales, el uso de determinadas instrucciones relacionadas con el sueño y la sexualidad (en este tema no se centró mucho y yo tampoco insistí, pero no por falta de ganas…) y otros temas similares de la vida cotidiana. De esta forma se está en forma armónica con los ritmos cósmicos de la naturaleza.

Intentar comprender este modo distinto de abordar las situaciones de posibles enfermedades requiere de una nueva manera de pensar, ya que sus principios se basan en la aceptación de los hechos, la observación y la experiencia. Nuestro modo accidentalizado de abordar el binomio salud-enfermedad, nos centra más en el cuestionamiento (la duda, preguntas…), el análisis y la deducción lógica (nuestra lógica, lógicamente…).

Es evidente que mis conocimientos, en esta materia, son escasos y en la práctica solo trato de entender la importancia de algunos de sus principios para integrarlos a la consulta de embarazo e intentar adaptarlo en las clases de preparación para la maternidad y paternidad. Sea como fuere, creo preciso decir que, esta visión simbólica, tampoco está demasiado alejada de cómo entendemos la salud, desde la perspectiva de la atención primaria, es decir, integrando los factores de la triada bio-psico-social, que en definitiva coexiste en  las personas.


Me parece interesante y necesario concebir a la vida como un sistema holístico que integra el cuerpo, la mente y el espíritu. Que es capaz de tratar la causa de la enfermedad, en mi caso las situaciones que se plantean durante la maternidad y la crianza, en vez de atender meramente a los síntomas. Que se centra en el tratamiento integral de los individuos, buscando un equilibrio en la solución de los problemas.

De los principios básicos que me parecen más coherentes, desde mi perspectiva cultural, es entender que toda experiencia positiva o negativa a nivel corporal tiene su efecto sobre la mente y viceversa. Dan una importancia vital a la comida, hecho para mí más complejo de entender porque todo está exageradamente picante, aunque utilicen remedios herbales específicos para neutralizar el pique.


De la otra serie de múltiples recursos terapéuticos que utilizan, yo me quedaría especialmente con uno de ellos, que son los masajes que reciben los bebés desde casi el mismo momento del nacimiento y durante los 3 primeros años como mínimo. El masaje terapéutico para los niños recibe el nombre de Shantala.

Este modelo de masaje fue importado por el doctor francés F. Leboyer, después de observar cómo una madre masajeaba a su bebé. Quedó tan fascinado con la fuerza de los movimientos y los beneficios que esa práctica tenía en los bebés que tras iniciar esta técnica en Occidente  bautizó la secuencia de los movimientos con el nombre de aquella madre, Shantala.
 

Según Leboyer, ser cargados, acunados, acariciados, tocados, masajeados, etc., es algo tan indispensable para los niños pequeños como las vitaminas, sales minerales y proteínas.

En definitiva se trata de nutrir de amor y no solo de comida.
Adentrarse en el conocimiento de esta medicina requeriría pasar años viviendo en la India y personalmente creo que como no sea en mi próxima reencarnación ya es imposible.

Otro tema que traté con nuestro guía Pradruman, fue conocer como funciona el sistema sanitario en su conjunto, especialmente en los temas relacionados con los embarazos, los partos y la planificación familiar.
 
Los saris (vestido tradicional usado por millones de mujeres de en la India) me impedían adivinar cuándo estaba una mujer embarazada…creo que esta foto, tomada desde el autobús en marcha, es la única que conseguí…


Lo primero que comentó Pradruman, es la gratuidad de los servicios sanitarios. En cada pueblo existen pequeños consultorios y son las enfermeras diplomadas quienes se encargan del control (en ocasiones domiciliarios si se encuentran en aldeas lejanas) de las gestante. Atienden así mismo los partos normales y cuentan con hospitales (parecidos a nuestros comarcales) en poblados más grandes. Existen además ambulancias (vimos algunas) que son utilizadas para desplazar a las parturientas si existen  complicaciones. En los hospitales las mujeres si son atendidas por médicos y/o matronas.

 La masificación de personas es palpable, pero en cambio no se ve un número tan exagerado como creí en principio de niñ@s , y eso me llamó la atención.
Me comentaba Pradruman, que en su país las parejas solo suelen tener unos dos hij@s, especialmente en las capitales grandes, ya que en la zona rural suele aumentar. El Gobierno estatal ayuda económicamente a las familias tras el parto y muy especialmente cuando las mujeres se realizan la ligadura de trompas o los hombres la vasectomía (mucho menos frecuente, como aquí) tras el segundo parto. También decía que es difícil hacer entender a la población lo necesario de la planificación familiar, ya que para alcanzar metas más reales, sería necesario, en primer lugar, una buena  educación/formación (a este tema dedicaré un espacio concreto) y aún queda mucho que recorrer.

 
Hasta aquí, el inicio de lo prometido...Considero que compartir lo aprendido nos ayuda a crecer como personas...enseñemos a nuestr@s hij@s la importancia de DAR...

domingo, 8 de enero de 2012

CUANDO UN AÑO SE CIERRA…OTRO SE ABRE Y TODO ES POSIBLE...

ESTA ES MI MARAVILLOSA FAMILIA...Y LA VUESTRA


Ya pasó el último día del año. Intuyo que para todas las personas ese momento es especial. Si fue malo porque necesitamos que cambie a mejor. Si ha sido bueno porque tememos que no pueda ser como mínimo igual. Sea como fuere, suele ser un punto de inflexión: de llegada, pero sobre todo un punto de partida.

Creo que este ha sido el primer año, desde hace muchos, muchos años que no he felicitado a nadie ni en el día de Navidad ni el día de fin de año. No he mandado ni mensajitos por el móvil, ni felicitaciones Internet…¿Motivos?...no le sé, sencillamente no he sentido la necesidad. No significa en absoluto que no hayan estado en mi pensamiento todas las personas a las que quiero. Posiblemente en estas fiestas he pensado más que nunca en todas aquellas que han transitado por mi vida, para bien o para regular…porque todas de un modo u otro me han aportado algo positivo.

Estas fiestas, en mi vida, siempre han tenido connotaciones especiales. Cuando era niña mi madre siempre la vivía intensamente. Le encantaba poner el árbol, decorar la casa y hacer del día de los Reyes momentos inolvidables. Pero mi madre se fue hace 26 años. Yo solo tenía 28, 3 hij@s muy pequeñ@s (4 años, 2 y un recién nacido de 3 meses) y sobre todo un montón de dudas de cómo afrontar la vida. Partió el mismo día que nació, el día 5 de Enero y la enterramos el día 6,… sí el día de los Reyes. Ella y yo sabemos que fue su día elegido. Si siempre hizo que fuera especial, de ese modo se aseguró que fuera imborrable. ¿Cómo no sentir un enorme vacío en estas fechas?...pero la vida sigue y al menos me siguen aportando momentos muy felices.

Desde hace también varios años, mi hijo David, que vive actualmente en Viena, viene a pasar las Navidades y por esas casualidades de la vida, ya lleva dos años que vuelve a emigrar (porque para mi es emigrar) durante la noche de los Reyes…el día 5 otra vez me deja un gran vacío, pero la enorme felicidad de haberlo tenido muy cerca en el comienzo de cada año.

Este año que ha pasado, para mí, ha sido “extraño”. Tenía proyectos personales relacionados con mi trabajo que quedó truncado. Me está costando superarlo porque pensaba que sería algo bueno no solo para mí, sino para muchas otras personas, pero creo que si no alcancé el objetivo es porque, posiblemente, partía de una idea errónea. Aquello pasó y hoy cierro definitivamente aquella aventura. Lo que aprendí durante el camino y sobre todo lo que me aportaron las personas a las que conocí, es lo que mereció tanto esfuerzo. Se con quien puedo contar para nuevos proyectos, para charlar sobre cualquier tema, para reírnos, para llorar, o simplemente para no sentir que transitamos solos ante cualquier situación.

El gran plan para este año, en mi familia, es la boda de mi hija Irene. No me veo metida en toda esta parafernalia, pero es su deseo y yo estaré para lo que ella quiera. Mi aspiración personal es el de vivir más tranquila. Tengo intención de dedicarme tan solo a mi horario de trabajo diario… Deseo escribir más, leer más, seguir buscando información para el libro que hace tiempo inicié…dejarme llevar exclusivamente por el día al día e intentar profundizar más en las personas que me rodean. Buscaré más horas para pasar con mis amigas. Más tiempo para descansar. Más tiempo para mi familia. Más tiempo para dejar pasar el tiempo…y espero, sin remordimientos,…gastar más tiempo para mis plantas y mi sofá.

Intentaré seguir pensando cuales son las necesidades que tienen las personas que me rodean. Tratar a todo el mundo como me gustaría ser tratada. Pretendo que el año que viene, cuando haga balance, observar que he obtenido mucho más de lo que esperaba sin pedir nada en absoluto.

Espero que los Reyes Magos os hayan dejado muchos regalos. Porque ¿quién no tiene deseos?. Yo este año no he pedido nada material porque no he sido todo lo buena que debería, a pesar de ello me han traído muchas cosas, lo más interesante: un pedazo de cámara de fotos para poder captar momentos inolvidables. Ahora me toca aprender…o desaprender?... ¿no es esta una de las frases de moda?...sea como sea, lo que le pido al nuevo año es tener la posibilidad de seguir valorando la vida, de seguir avanzando, de poder compartir vivencias, de crecer junt@s...

Un abrazo enorme para tod@s quienes que se acerquen al blog sean o no conocid@s...

PD. Tengo un deseo…que se unan más personas a este pequeño espacio. Escribir nos libera de tensiones, nos otorga nuevas posibilidades de ver el mundo. Escribir abre espacios de nuestra mente desconocidos. Escribir nos otorga la posibilidad de ser mejores, de ayudarnos. Escribir nos concede el regalo de una comunicación sin barreras. Escribir es un don que no deberíamos desperdiciar…porque desgraciadamente no siempre podemos estar presentes frente a frente…así que animaros. Siempre seguiré esperando.

NO OLVIDO MI VIAJE A LA INDIA...SEGUIRÉ CONTANDO. BESITOS


domingo, 18 de diciembre de 2011

LA INDIA: Un viaje al fondo del alma más desconocida. La INDIA: Un viaje al valor del regalo de la vida


Esta son las primeras impresiones que se me ocurrieron a las pocas horas de mi regreso del viaje.
Nunca he sentido tantas contradicciones al mismo tiempo. Nunca pensé que el alma se fuera diluyendo a cada respiración, con cada mirada, con cada paso. Nunca pensé que pudiera sentirme infeliz por ser feliz. Nunca creí que pudiera sentirme tan desgraciada por ser afortunada. Nunca creí que pudiera ver tan de cerca la muerte viendo vivir a las personas.
Viajar a la India ha sido un viaje al fondo del alma. Un viaje sin regreso. Un viaje a lo desconocido más cercano. Un viaje del que nunca sabré como regresar.
Me siento distinta, lejana, triste, vacía. Siento no poder sentir con más profundidad, de ser incapaz de ordenar mis sentimientos. Percibo los olores sin estar presente, no deseo cerrar los ojos porque veo más allá de lo que he visto, no quiero recordar, pero no puedo dejar de querer seguir pensando.

Siempre me gustó conocer otras culturas y sociedades, otras personas, otros espacios. Estudié Antropología para aprender a “mirar” desde muchas perspectivas sin olvidar que pertenezco a un mundo afortunado. Esta disciplina me ha enseñado a ver con profundidad desde lo más cercano. Me ha enseñado a sentir al otro sin olvidar quien soy, pero sobre todo ha exacerbado los sentimientos que estaban escondidos en lo más profundo de mi alma y eso me hace daño…un daño necesario, justo, fundamental para valorar más la vida que ya vivía y la vida que aún me quede por vivir.

Viajar a este país era un sueño impensable y ha sido un regalo que me gustaría compartir. Decir que he conocido la India sería pretencioso. Estar solo algunos días y en algunos lugares no me da derecho a decir que “la conozco”. Sería más coherente decir que he paseado por algunas de sus calles y he visitados algunos monumentos, pero lo que nadie me puede negar, es la posibilidad de expresar lo que he sentido en esos pocos instantes.

Tal vez algunas personas que lean esto ya estuvieron allí y sintieron algo parecido, pero tal vez percibieron cosas que yo no sentí y también me encantaría conocerlas.

Inicié este proyecto de un modo totalmente distinto a otros viajes. Siempre me gusta conocer los itinerarios, leer sobre lo que veré, ver fotos de los lugares previstos…pero en esta ocasión he realizado un viaje a lo desconocido. No miré mapas, no miré historias, no leí ni siquiera los papelitos que la agencia de viaje nos dio.

Cada día cuando me despertaba me abría paso a una incógnita. Es una sensación extraña de explicar, tal vez para quien me lea, una incongruencia. Solo me importaba la hora de iniciar cada recorrido. La idea era no poner atención ni en los nombres de los lugares que pisaba aunque nuestro guía los explicara. Me interesaba lo que decía de los lugares, su perspectiva como ciudadano de ese mundo, pero solo deseaba dejar que el tiempo pasara.

Solo miraba a través de los cristales del autobús o del tren y dejaba que el corazón se empapara de sentimientos. Cuando andaba, solo he dejado que mi retina fuera envolviendo los ojos de quienes estaban cerca para ver desde el fondo, aunque en muchas ocasiones bajaba mis ojos al suelo porque me daba vergüenza de ver tanto sin poder hacer nada…

He dejado que  los olores y los colores de seres desconocidos, pero exageradamente cercanos penetraran en mi cuerpo. Me daba una enorme vergüenza fotografiar a las personas, especialmente a los niñ@s. Sentía que les quitaba toda su dignidad y su privacidad. Solo quería captar con mi cámara la inmensidad de las situaciones, los espacios, la vida frenética de sus existencias…la pobreza, la miseria es imposible de dejarla grabada en pequeños recuadros fotográficos. La vida es imposible percibirse en fotos estáticas. Lo que se ve no es lo que se percibe ni lo que se siente.

Otro espacio de aprendizaje, no despreciable, han sido las muchas horas vividas en el autobús. Me encantaba escuchar a hurtadillas las conversaciones de mis vecinos. Excepto dos personas, que son mis amigos, y que andaban lejos de mi asiento, el resto eran tan desconocidos como los habitantes de las ciudades visitadas.  Es impresionante la enormidad de bobadas que somos capaces de decir los turistas cuando nos sentimos superiores…tengo algunas anécdotas dignas de ser escritas para la reflexión.

Bueno, hasta aquí mis primeras cavilaciones…A partir de ahora iré poniendo en orden las fotos, los lugares, los sentimientos y mis especulaciones de lo que ha sido una experiencia tan especial y tan extraña en mi vida.
Deseo compartirlo con quien quiera leerlo porque creo que nos puede ayudar a valorar mucho más todo lo que tenemos. Lo haré desarrollando un tema concreto, como por ejemplo: la familia,  las mujeres, los hombres, los niñ@s, los paisajes, las bodas, la comida, los monumentos, mis vecinos de viaje…



jueves, 15 de septiembre de 2011




La vida y sus vivencias son para vivirlas hoy…ahora…en el presente. ¿El futuro? Quien sabe que nos traerá…pero no olvidemos que el pasado fue un día nuestro presente…

Es una de mis canciones favoritas...y os la regalo.

El pasado ¿podemos acaso cambiarlo?...se fue, simplemente no volverá…¿por qué tanto empeño en recordarlo?...

Posiblemente uno de mis grandes defectos es volver la vista atrás en más ocasiones de las que debería, eso opinan algunas personas muy cercanas a mí. Que conste que hago intentos de cambiar…pero no puedo. ¿O es que tal vez no quiero porque me da las claves para mejorar mi presente?...

Me pregunto ¿qué me dejé en el camino para que vuelva tanto a rememorar determinadas situaciones?. Quisiera que algunas cosas no hubiesen sucedido y otras haberlas vivido, pero es imposible ni lo uno ni lo otro. Y es imposible e inviable porque  las personas que podrían darme las claves o bien ya no existen o sus vidas transitan en paralelo a la mía y es quimérico encontrar un punto de encuentro. Así que solo puedo buscar en mi particular baúl de los recuerdos.

Entiendo que el presente es lo único que tenemos y es efímero y perecedero pero es lo que teóricamente podríamos controlar. Y digo que es algo hipotético porque a pesar de lo que decidamos juegan a favor o en contra demasiadas variables.

Si las situaciones solo fueran susceptibles de ocurrir con nuestros deseos, nuestros actos o con la toma de nuestras decisiones tras un prolongado calibrado de los resultados…las cosas serían más predecibles…pero ¿quien controla lo incontrolable?

Lo cierto es que de tanto dar vueltas al pasado sin un objetivo concreto, estamos dejando de vivir los acontecimientos presentes y antes de que volvamos a tomar conciencia de lo que sucede, el tiempo y sus vivencias ya pasaron.

No siempre somos concientes de lo que está pasando en nuestras vidas. Generalmente valoramos aquello que tuvimos cuando ya no tenemos tiempo. Pero no nos engañemos, también somos como somos y actuamos como lo hacemos porque el pasado deja huellas imborrables. A veces buenas y otras, desgraciadamente no tanto…

¿Hasta que punto somos capaces de potenciar aquellas cosas que han modelado nuestras vidas? Y ¿cómo limar los acontecimientos que pueden frenar nuestro desarrollo personal?...busquemos en nuestro interior porque al final las respuestas no las tiene nadie, solo nosotr@s.

Cuando pienso en mis primeros años ¿qué recuerdo?... ¿con que edad aparecen mis primeros recuerdo conscientes?...¿cuales son?...¿recuerdo las cosas materiales que mis padres me regalaros o momentos vividos?...¿le he preguntado en alguna ocasión a mis progenitores cómo vivieron sus experiencia de ser madre o padre?...
Si buscamos en nuestros recuerdos…tal vez sepamos que necesitan nuestros hij@s...

Uno de los planteamientos que hago en las clases de preparación al parto y a la maternidad/paternidad, es intentar posicionarnos del lado de los bb porque ell@s no nos piden nada y poco saben de la vida que les espera.

En el útero lo tienen todo: calor, amor, comida, bienestar a raudales, acompañamiento permanente, el sonido continuo de su mamá, las palabras de quienes le rodean… 

En el tiempo de la espera buscamos el mejor cochecito, el color de la habitación, la ropita…hasta el chupete con el nombre grabado y esos “aparatitos” que nos hacen ver y oír el posible llanto de la criatura aunque vivamos en un piso minúsculo…pensamos en todo porque deseamos lo MEJOR para nuestros hij@s y eso está bien…pero…¿nos planteamos de verdad que modelo de padre y madre deseamos ser? ¿Pensamos que valores de nuestras vidas queremos transmitirles? ¿Tomamos consciencia de las necesidades reales de afecto que precisa un recién nacido? ¿Buscamos en el fondo de nuestro corazón cuales son aquellos acontecimientos que ya vivimos y que no queremos que ell@s vivan?...

Se ha comprobado científicamente la importancia que tiene la impronta y los vestigios que quedan en el subconsciente de las personas en sus primeros años de existencia…yo me atrevería a decir, que incluso antes del nacimiento, de ahí la responsabilidad que tenemos cuando decidimos traer a una nueva persona al mundo. Por lo tanto si se sabe ¿por qué no hacer las cosas lo mejor posible?...

Mirar al pasado para mejorar el presente es algo, desde mi perspectiva, no solo bueno, sino necesario. Es tiempo de amor y tiempo de dar. Es necesario que no vivamos pensando qué es lo que haremos mañana, porque nuestros hijos están creciendo hoy, nuestros seres queridos están hoy y el ser humano necesita nutrirse más del amor, la ternura, los besos, los contactos, los abrazos, las risas, las palabras y las caricias que de la comida…así que busquemos en el pasado…démonos la posibilidad de cambiar para mejorar, aprendamos de los errores, pero sobre todo multipliquemos por infinito nuestros acierto. Nuestros hij@s nos lo agradecerán y el mundo será mejor…

Me apetece terminar con otra canción que ha estado y sigue estando presente en momentos importantes de mi vida...la letra es maravillosa. No es solo para escucharla es...para sentirla.



viernes, 17 de junio de 2011

TODAS VUESTRAS VIDAS SON LA MÍA…Y LA MIA ES PARA USTEDES…



Hace unos días leí todos los comentarios enviados desde que comencé este espacio.
Las cosas que habéis puesto son preciosas, reales, nacidas del corazón, de la impotencia y de la ternura. Habláis porque las personas necesitamos comunicarnos, sentirnos arropadas, apoyadas, nutridas por el calor y el amor…pero ¿no os dais cuenta que todas formamos parte de la vida de la otra?... ¿cómo no sentir igual?...

Me gusta el silencio. Me gustan pequeños ratos de soledad. Me gusta el encuentro conmigo misma…porque todo esto me acerca a los demás. Me puse a buscar una música en el ordenador para escucharla de fondo y encontré “los sonidos del silencio”…y pensé…¡cómo suenan de fuertes los silencios cuando estamos solas! A veces por eso buscamos estar acompañadas…para no pensar…porque los pensamientos en ocasiones son maravillosos, pero en muchas otras son exageradamente dolorosos…

 No es infrecuente que piense cómo sería mi vida si hubiese elegido otra profesión…porque me encantan otras cosas como la música, la pintura, la decoración, leer de modo desaforado, ser ama de casa, ser profesora, bailar, cantar, ser gestora, escritora y una viajera incansable deseosa de conocer otras culturas…pero elegí esta, creo que desde que tengo uso de razón sabía que sería esta…y la vida me la regaló...las otras cosas no he dejado de hacerlas solo que a modo de hobby…

Y…hablando de mi trabajo…mis compañer@s consideran que pregunto demasiado cuando realizo una historia…¿para qué saber tanto de la vida de las embarazadas?...me dicen. A veces tengo la sensación de estar “metiéndome” en “cosas” que no debo…es lo que me hacen sentir…pero cuando reflexiono, me reitero en mi modo de hacer. Será un poco la vejez, mi cabezonería o más bien la experiencia, no lo sé…pero lo seguiré haciendo pese a quien le pese. Me explico.

Es cierto que difícilmente podemos cambiar la vida de los otros solo por conocerla, pero ¿quién está tan seguro de que no podemos ayudar a ver otras opciones?...Si solo me interesara la cuestión “sanitaria” de las personas…yo, no sería yo…y eso ya no hay quien lo cambie. Tengo demasiadas canas…quien me conoce puede dar fe de ello…

Cuando pienso en el bb que está por venir, considero imprescindible entender en qué contexto familiar pasará su vida…no es que yo pueda dar trabajo si ambos están en paro o si viven 10 personas en 45 m2…ya quisiera. Tampoco puedo “obligar” a que la mamá deje de fumar, que se alimente sano, que acepte ese embarazo no buscado o que el padre intente acompañarla en el proceso…pero sí quedo seguirla en el camino…¿quién soy yo para cambiar la vida de los otros?...pero la realidad es que la mía sí cambia sin que nadie lo pretenda…¿cómo funciona esto?...

¡Qué curioso!...¿si supieran mis compañer@s que a pesar de todas las preguntas, de las reuniones o de los controles después del parto, solo ahora es cuando estoy conociendo y entendiendo un poco más a “mis mujeres”?...solo ahora es cuando puedo “justificar” lo importante que es intentar conectar. Dejar espacio sin horas. Tener la posibilidad de dejarse entender. Abrir sentimientos para compartir. Dar de forma desinteresada. Soñar con tiempos mejores. Llorar a solas pero ser oídas. Sentir la compañía desde la distancia y la intimidad. Buscar palabras nuevas para ser creídas. Rebuscar en las capacidades que poseemos para compartir. Vivir buscando nuevos horizontes. Percibir el calor de otras personas a pesar de nunca haberlas visto…

Lo siento, bueno…es un decir…en realidad no lo siento…seguiré siendo una metiche en la vida de las persona y de preguntar más de lo establecido en los protocolos…porque me alegro de que estemos juntas (digo juntas porque desconozco si existe algún otro “maromo” que nos acompañe, aparte de nuestro Bienve)… de que este blog nos de la posibilidad de estar más cerca…y de profundizar en el conocimiento de nosotras mismas para ofrecerlo a l@s demás…y especialmente a nuestros hij@s.

Me alegra que cada vez más exista un vínculo directo entre vosotras…aunque esta semana no haya respondido personalmente a todas y cada una…mis pensamientos han estado muy cerca de todas porque…
TODAS VUESTRAS VIDAS SON LA MÍA…Y LA MIA ES PARA USTEDES…

PD…estoy “estudiando” la posibilidad de abrir un espacio para que me contéis como viven actualmente las madres y padres la experiencia de la gestación y la crianza.
Quien me conoce un poquito sabe que  considero a estas etapas como el basamento fundamental para la vida y la felicidad de las personas del mañana.

Quisiera, si es posible, establecer contacto con parejas de cualquier lugar del mundo, porque creo que en las diferencias culturales puede estar el secreto de avanzar y enriquecernos…  

El objetivo que me planteo es saber como mejorar y aportar lo que en realidad las parejas buscan en nosotras las matronas. Aportaré mi visión, tanto desde mi perspectiva como matrona, como de la madre que soy…sin olvidar que mi visión de la maternidad, vivida en primera persona, pertenecen al siglo pasado…







viernes, 3 de junio de 2011

LA IMPOTENCIA…un sentimiento difícil de expresar…

No corresponde a los jóvenes entendernos, sino a nosotros comprenderlos a ellos. Al fin y al cabo, no podrían ponerse en nuestro lugar y, en cambio, nosotros ya hemos ocupado el de ellos. André Marcel

El simple hecho de escribir la palabra IMPOTENCIA me lleva a un cúmulo de sensaciones difíciles de describir.
Las palabras están cargadas de significados simbólicos otorgados en cada contexto socio-cultural como referente de nuestras creencias, valores y conductas compartidas, aunque no todos sintamos ni percibamos por igual.

Como no estoy segura de ser entendida, he decidido mirar otras acepciones de impotencia y me he encontrado lo siguiente: INCAPACIDAD, IMPOSIBILIDAD, INCOMPETENCIA, INHABILIDAD,  INEPTITUD, NULIDAD, INEFICACIA….no se, pero todas definen bastante bien el vacío y desasosiego que a veces me invade durante muchos momentos de mi vida profesional. No me gusta sentirme ni sentir así, pero es una realidad de la que difícilmente puedo huir.

Entendámonos hoy estoy un poco extraña. El motivo: no tengo ni idea de cómo hacer partícipe a l@s jóvenes de la importancia de ser consecuentes de las decisiones que tomamos, de valorar las posibilidades de formación que nuestra sociedad pone al alcance de tod@s, de aprender a ser responsables de nuestra salud, de entender lo que son valores positivos, de compartir, de tener metas, de buscar nuevas opciones de vida, de ver un futuro un poco más esperanzador que el que tuvieron sus padres…de tantas y tantas cosas…

No olvido, ni mucho menos, que cada persona ha de encontrar su propio camino, que lo vivido por otro difícilmente puede influir en sus vidas, que soy un pequeño eslabón en su camino…pero no puedo evitar sentir IMPOTENCIA cuando me encuentro cada día historias que minimizan cualquier argumento de cualquer película. El dicho de que “la realidad supera a la ficción” creo que lo inventó alguien que estuvo viviendo por mi zona de trabajo.

Una de mis encomiendas profesionales las dedico a reuniones con jóvenes entre 11 y 18 años…es decir, colegios, institutos, prelaborales…siempre me llaman para hablar de sexualidad y es de lo que menos hablo…porque me importan más allá que esa parte de la vida…terminamos hablando del amor, de respeto por el otr@ y de qué les gustaría hacer con sus vidas…Mi objetivo??? No lo sé…estoy tan perdida como ell@s... ¡son tan frágiles!...creen saber tanto de la vida…y se encuentran con tantos problemas y a veces tan solos!!!.

Me pregunto ¿a quién le corresponde hacer que estas personitas sean conscientes de la realidad  presente y de qué se encontrarán? ¿Esperan los padres que sean los profesores o la matrona quienes le hagan entender que la sexualidad va más allá de “meterla” (frase textual que usan)…esperan los padres que se eduquen  a sus hijos cuando vayan al cole??? Chungo…lo que no se aprende desde el nacimiento o si me apuran desde antes…los demás poco podemos hacer…y menos a esas edades…

La realidad de cada día: niñas embarazadas y madres a los 13, 14, 15… años, casamientos absurdos entre adolescentes, un número de parejas incontrolables e incontables de modo reiterativo…separaciones, malos tratos, abusos de todo tipo, el uso de los IVES (interrupción voluntaria de embarazo) como si de un método anticonceptivo se tratara…3,4…cada año…que más da si es gratis…estar en el paro pero fumarse todos los días un número no cuantificado de porros…es lo normal dicen…yo no cuestiono ni critico…solo expongo hechos ¿qué esperan de la vida? ¿Qué esperan de sus vidas?..¿Cómo contribuir entre todos para que esto pare?...

Hoy no he sido capaz de reunirme con los chic@s del instituto,  la semana ha sido demasiado intensa, me sentía demasiado INCAPACITADA, IMPOSIBILITADA, INCOMPETENTE, INHABIL,  INEPTA, NULA, INEFICAZ….pero sobre todo demasiado IMPOTENTE.

¿Significa qué tod@s y todo me hacen sentir así?...ni mucho menos...esto ha sido en estos días. El lunes volveré a tener presente todo lo que los jóvenes son capaces de aportarnos...no olvidemos que ya pasamos por esa época y que tal vez fuimos muy parecid@s...

miércoles, 18 de mayo de 2011

NO HAY NADA MÁS BELLO QUE SER MUJER…aunque no me olvido de los hombres…hoy nos toca a nosotras…


Estoy muy contenta…pero que muy muy contenta. No pensé ni de lejos que escribir cuatro cosillas de mis sentimientos fuera algo tan compartido…
Para todas aquellas que habéis dejado un comentario y para los poquillos anónimos que dejasteis algo escrito…gracias, muchas gracias…

Ahora me dirijo a quienes desde otros países, a quienes desde otros lugares de España habéis echado una miradita pero permanecéis  calladit@s, decirnos algo…¿vale? Necesitamos oír sentimientos de otros lugares, queremos hablar y que nos hablen…porque somos mujeres y no hay nada más bello que ser mujer, no existe cuerpo más maravilloso que ese vientre redondo vibrante de vida.  ¿Somos las mujeres conscientes del poder que encierra nuestro cuerpo?...poder, sí pero poder del bueno, poder para dar, poder para sentir sin pedir, poder de ser por encima de todo, por encima de nada.
Las mujeres somos grandes aunque tengamos un metro y medio aunque pesemos cien o cuarenta kilos…porque estamos hechas de amor y construimos nuestro espacio solo para darlo.
Las mujeres somos sencillas y complejas, somos dignas de las cosas más grandes y más pequeñas, para nosotras todo es importante, valoramos la vida, las caricias, los besos, las miradas, los paseos, las puestas de sol y los días nublados…
Las mujeres transitamos por espacios que solo nosotras conocemos, lugares donde nos perdemos para encontrarnos, terrenos llanos, terrenos pedregosos de los que sabemos salir sin cansarnos…
Las mujeres poseemos todos los dones que la naturaleza puede ofrecer. Nacemos para que otros nazcan, vivimos a pesar del sufrimiento, aportamos la risa y el llanto que nace de lo más profundo de nuestros corazones…
Las mujeres somos todas guapas, todas buenas, todas listas…porque estamos cansadas de creernos siempre feas, siempre malas, siempre tontas…siempre, siempre cuestionadas, siempre comparadas…

Gracias a todas las mujeres que me dejan entrar en sus vidas, en sus sueños, en sus hogares…gracias por compartir vuestras ilusiones y desilusiones. Gracias por dejarme ser un poco madre de vuestros hij@s.  Gracias por dejarme participar de vuestros miedos y esperanzas, de hablar y llorar juntas, por sentirme feliz cada día, por sentirme viva, por valorar mi profesión, por dejarme ser yo…siempre gracias.